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Antonio-Raimondi

PERCANCES DEL LEGADO DE ANTONIO RAIMONDI

 

BOLETÍN DE LA SOCIEDAD PERUANA DE MEDICINA INTERNA

 

vol. 4  N° 3, 1991

NOTA HISTORICA:

PERCANCES DEL LEGADO DE ANTONIO RAIMONDI

 

Ricardo La Torre S.*

 

         El 26 de Octubre de 1980, a las 10:15 p.m. murió, en la ciudad de San Pedro de Lloc en La Libertad, el Dr. Antonio Raimondi en casa de su amigo Alejandro Arrigoni.

            Sus colecciones y manuscritos quedaron en la facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos. Dicha Facultad ocupaba el local del antiguo Colegio Real de San Fernando de Lima, creado como Escuela de Medicina por Hipólito Unánue, durante el Virreynato en 1811. En la República se le dio el nombre de Colegio de la Independencia que conservó hasta 1855 en que, a consecuencia de la dación del Reglamento de Instrucción de ese año por el Gran Mariscal Castilla, fue incorporado como Facultad de Medicina a la Universidad de San Marcos. El edificio se levanta formando el frente de la Plaza de Santa Ana, hoy Raimondi.

 

            ¿Cómo llegaron a la Facultad de Medicina las colecciones y los manuscritos?

 

            El Congreso Peruano emitió la ley del 28 de Enero de 1869 por la cual el Poder Ejecutivo se debía entender con Antonio Raimondi para proceder a publicar sus trabajos y adquirir por parte del Estado sus colecciones para formar un Museo que llevaría su nombre.

 

            El Dr. Miguel F. Colunga, apoderado de Raimondi, le escribió comunicándole el interés del Estado por adquirir sus colecciones. Raimondi respondió el 29 de Marzo de 1869 desde Chachapoyas: "... A decir verdad, yo me hallo muy embarazado para satisfacer la pregunta que usted, me hace, porque hay una multitud de objetos que para otros serían insignificantes, y que para mí son de un valor inapreciable, por ser únicos en su género o enteramente desconocidos por la ciencia, de manera que no se les puede fijar precio. No me fijaré en el Bulinis, que tal vez es un capricho del Señor Paz de ofrecerme lo que quiera, ni en la momia de dos cabezas, por la que Ud. sabe rehusé 50 onzas. Los animales, plantas y minerales enteramente nuevos para la ciencia, son los objetos para mí de mayor valor; y créame, que se hiere mi amor propio al emplear las palabras venta y compra para mis colecciones, porque para mí el fijar precio para la compra de estos objetos, es como si se quisiera fijar precio para mi sangre o por mi vida. Yo desearía que en el informe se emplease mas bien la palabra cesión que venta..." (1)

 

            El Presidente D. Manuel Pardo ordenó en 1872 la construcción del Museo "Raimondi" y el 20 de Julio de 1873 en cumplimiento de la ley de 1869 protegió la obra de Raimondi ordenando su publicación por cuenta de Estado Peruano en la Imprenta Nacional.

 

            Amparado en los dispositivos legales y con fondos públicos Raimondi publicó los tres primeros tomos de su obra "El Perú" en 1874, 1876 y 1879, de un total de 20 volúmenes.

 

            En 1881, la Imprenta Nacional fue saqueada durante la ocupación de Lima por las tropas chilenas. Ante el peligro de que sus colecciones y manuscritos corrieran igual suerte, Raimondi salvó su obra llevándola del local de la Facultad de Medicina a su domicilio en Peña Horadada 333, hoy jirón Junín y la puso bajo protección de la bandera italiana. Ante el ofrecimiento del consejo de la Universidad de Chile de trasladar sus colecciones a ese país, Raimondi respondió "Son del Perú y deben correr la suerte del Perú".

 

            Terminado el conflicto, Raimondi devolvió a la Facultad de Medicina las colecciones y manuscritos. El local estaba totalmente saqueado. El desastre de la guerra no permitió la continuación de su obra, ni terminar la construcción del Museo.

 

            Desesperado, Raimondi escribió al Presidente Miguel Iglesias "...He dedicado mi vida al Perú, pero desgraciadamente los años pasan sin poder adelantar como yo quisiera la tarea que me he propuesto de dar a conocer al mundo este privilegiado país. En efecto sin la valiosa protección del gobierno, habiendo agotado en los tres últimos años mis recursos particulares, tengo que perder la mayor parte del tiempo tan sólo para ganar los medios de subsistencia para mi familia, hallándome continuamente atormentado con la desconsoladora idea de haber empleado inútilmente 19 años de mi vida en penosos viajes en todo el territorio de la República, sin ver el fruto de tantos gastos y privaciones sufridas" (2)

 

            La guerra civil entre Iglesias y Cáceres no permitió atender el pedido de Raimondi, viéndose obligado a pedir ayuda a muchos amigos para que intercedieran por él. En los primeros meses de 1884 Raimondi escribió a D. Pedro Correo y Santiago una conmovedora carta:

 

            "... El sábado a las 7 de la mañana como me había indicado usted en su apreciada, fue a su casa pero desgraciadamente no tuve el placer de verlo, pues hallé la reja cerrada y aunque toqué las dos campanillas quedé esperando unos 15 minutos, nadie apareció a abrirme.

 

            Hace cuatro meses que elevé a S.E. el jefe Supremo un escrito para saber si en las actuales circunstancias la sería posible al gobierno continuar la protección a mi obra "El Perú" para la continuación de los trabajos de la oficina y dejando para más tarde la impresión la que se puede hacer más económica en Europa.

 

            Aparte de la redacción de la obra "El Perú" van 33 años consecutivos que presto servicio al país, como empleado, desempeñando el cargo de Químico y Geólogo y Consultor del Estado, más como después de restablecido el Gobierno Nacional no he recibido un solo centavo, ni se me ha fijado el sueldo que debo percibir como se ha hecho con otros, no sé yo mismo si soy considerado todavía como empleado de la Nación o no.

 

            Como Ud. ve estimado amigo, me encuentro en una falsa posición que quisiera ver definida, pues por una parte me hallo ligado con el Gobierno y el público por una especie de compromiso moral por la publicación de mis trabajos sobre el Perú, y por otra sin auxilio del Gobierno me veo en la necesidad de vender poco a poco todos mis intereses para procurarse la subsistencia para la familia y los medios de poder continuar mis estudios sobre el Perú..." (3)

 

            Recién en 1886, el Congreso de la República, por ley del 14 de octubre del mismo año, dispuso la continuación de la obra "El Perú" encargándole a su mismo autor esta misión. Con este nuevo aliento, Raimondi continuó con su propósito pero la enfermedad producida a raíz de sus 19 años de viajes por el país minaron su cuerpo. En junio de 1890 se trasladó a San Pedro de Lloc con el propósito de recuperarse, sorprendiéndole la muerte.

 

            ¿Qué ocurrió con sus colecciones y manuscritos?

 

            Empezaremos por los manuscritos: el Poder Ejecutivo, el 29 de setiembre de 1891, por Resolución Suprema encomendó a la "Sociedad Geográfica de Lima", fundada el 22 de febrero de 1888 (4) por cuenta del Estado, la continuación de la publicación de "El Perú".

 

            Para cumplir con este encargo  la Sociedad Geográfica trasladó de la Facultad de Medicina a su local los manuscritos y las fajas de mapas del país así como diversos apuntes, dibujos, acuarelas, etc. Efectuó un inventario de lo trasladado conformado por 195 cuadernos: 45 sobres Geografía Física del Perú; 61 cuadernos de itinerarios de viajes; 23 cuadernos de Geología; 4 cuadernos de Zoología; 4 cuadernos de Arqueología; 1 cuaderno de Paleontología; 2 cuadernos de Mineralogía (a su vez divididos en otros cuadernos); 5 cuadernos de Botánica; 2,000 dibujos de acuarelas, 3,000 dibujos de planos, mapas, caminos, grabados, etc. (Sin contar los manuscritos de los trabajos ya publicados en vida por Raimondi).

 

La Sociedad Geográfica organizó una oficina para preparar los originales para la prensa, volviendo a trasladar de su local los manuscritos instalándolos en la Calle de Farro N° 187, bajo la dirección del Dr. Francisco Rosas, instalándose desde fines de 1891.

 

            En 1893, se puso en receso dicha oficina por falta de fondos públicos debido a los gastos que exigía no dejando lista para imprimir ningún volumen. Nuevamente fueron trasladados los manuscritos al local de la Sociedad Geográfica. La Sociedad Geográfica decidió publicar en su boletín la obra de Raimondi por cuenta propia.

 

            La Municipalidad de Lima hizo las gestiones para trasladar las colecciones que se encontraban en la Facultad de Medicina al "Palacio de la Exposición" como parte del Proyecto de Museo de Lima, pero no prosperó la intención por la oposición del Decano de la Facultad de Medicina, el Dr. Miguel F. Colunga.

 

            En 1895, la Sociedad Geográfica comenzó a publicar la obra de Raimondi, empezando por los itinerarios de viaje, lamentablemente en forma fragmentaria y no literal.

 

            En 1902, publicó con el auxilio del Ing. José Balta, el Tomo VI, con los estudios del Dr. Carlos Lisson; y, en 1913, con la colaboración del Cuerpo de Ingenieros, el Tomo V. Lamentablemente, los tres tomos fueron publicados sin corresponder al plan de la obra ya previsto por trabajos sueltos y otros ya publicados por Raimondi.

 

            En lo que respecta a las colecciones debemos indicar que cuando el Estado Peruano las adquirió están conformadas por:

 

Parte etnológica

            Colección de vestidos, armas y otros objetos de los salvajes: cráneos, momias, armas antiguas, ídolos de madera y de plata, vasos de plata, etc., al menos 300 objetos.

 

Animales

            Mamíferos y reptiles                400

            Aves                                       1,265

            Moluscos Terrestres y

            Fluviales                                  1,500

            Moluscos Marinos                   500

            Conchas, dientes,

            Huesos fósiles                          2,000

 

Plantas

            Plantas secas                           20,000

            Frutos, cortezas, gomas

            resinas, semillas y maderas       500

 

Minerales

            Minerales                                3,000

            Rocas                                      700

 

            Las colecciones compradas fueron asignadas a la Facultad de Medicina, que la distribuyó a su vez en otras dependencias no relacionadas con la Medicina, como la sección de Farmacia, Mineralogía, Zoología, Arqueología, etc. y la Escuela de Ingenieros en la Dirección de Minas.

 

            En 1912, la Facultad de Medicina inauguró la Biblioteca y el Museo de Historia Natural, local ubicado en el nuevo emplazamiento de la Facultad de la Av. Grau. Para ello las diversas Facultades presentaron las partes que tenían. Sin embargo, la Dirección de Minas y en la reciente Facultad de Farmacia no presentaron lo asignado a su custodia. La Facultad de Farmacia, con acuerdo del Consejo Universitario acogió favorablemente el pedido del Rector de la Friedrich Wilhelms Universidad de Berlín para trasladar la colección a Alemania a fin de escribir una obra sobre "Flora del Perú".

 

            La Universidad comisionó al Dr. A. Weberbahuer, profesor de Botánica del instituto de Farmacia, para que procediese a su remisión, enviándose las 20,000 plantas secas que conformaban el Herbario de Raimondi. Regresaron al Perú sólo 11,000 y las que se quedaron fueron destruidas en la Segunda Guerra Mundial.

 

            El 3 de octubre de 1925 el Poder Ejecutivo mediante Decreto Supremo encargó a la Dirección de Minas y de Petróleo del ministerio de Fomento la organización de una muestra centenaria del nacimiento de Raimondi a inaugurarse el 19 de setiembre de 1926. El encargado de llevar a buen término dicha exposición fue el Ing. Alberto Jochamowitz, Director de Minas y Petróleo.

 

El Ing. Jochamowitz, en el libro "Corona a Raimondi", nos narra su contenido "... Tuve que pedir ayuda a numerosas instituciones para realizar la exposición que mantenían parte de la herencia de Raimondi..." (5)

 

            Al parecer la exposición Jochamowitz comprobó que las colecciones se habían deteriorado. Muchas piezas importantes se perdieron definitivamente. Series enteras, como la de los insectos y los objetos arqueológicos desaparecieron, minerales y fósiles carecían en su mayor parte de las indicaciones escritas por Raimondi, el Herbario estaba en Alemania.

 

            La Exposición de 1926 duró hasta 1933 hasta que las salas que ocupaba en el Ministerio de Fomento fueron destinadas a oficinas burocráticas.

 

            Las instituciones que prestaron las obras raimondinas recuperaron lo entregado aunque mucho ya se había perdido.   

 

 

            Debemos destacar que el Ing. Alberto Jochamowitz, al retirar las Libretas de la Sociedad Geográfica para la exhibición del 26, entregó parte de los documentos al Ing. José A. Broggi para ver su publicación.

 

            El Ing. Broggi narra esto: "...Pero a los pocos días de abierta al público dicha exposición el Ing. Jochamowitz me entregaba dos grandes paquetes, uno con sus libretas o cuadernos de itinerarios de viajes y otro con los libros de descripción de minerales y rocas con diversas acuarelas y mapas". (6)

 

            Como bienes del Estado el Ing. Broggi depositó esta parte en la Dirección de Minas y Petróleo para su revisión. Con esta actitud de Jochamowitz y Broggi se salvó parcialmente parte de los manuscritos. El 11 de mayo de 1943, la Biblioteca Nacional fue arrasada por un terrible incendio. La Sociedad Geográfica, cuyo local se encontraba en la parte alta del mismo edificio, perdió su valiosa biblioteca y archivo con los otros cuadernos de Raimondi, los que se perdieron para siempre.

 

            La dirección de Minas y Petróleo fue integrada posteriormente al Ministerio de Energía y Minas donde se conserva parte de este legado. El Ing. Jochamowitz logró publicar cinco tomos conteniendo parte de los itinerarios de viaje quedando aún mucho que publicar con la nueva documentación encontrada recientemente.

 

            Desactivada la exposición de 1933, muchas personas se dedicaron a coleccionar el legado Raimondino. Uno de ellos fue el Dr. Ángel Maldonado.

           

El Dr. Ángel Maldonado fue coleccionando con toda paciencia diversos objetos y documentos, comprándolos en diversas partes del país. Con ellos fundó un museo privado dentro de su propio domicilio. Sus colecciones sumaron 1,500 piezas, todas ellas clasificadas por él con la colaboración del Dr. Juan de Dios Guevara. El Dr. Maldonado investigó y comprobó la autenticidad de los objetos que agrupaba.

 

            Al morir el Dr. Maldonado, sus hijos empezaron a vender la colección sobre todo al extranjero pues ninguna institución pública se interesó en adquirirla. Ante esta situación, los italianos Gino Bianchini, y los hermanos Juan y Amadeo Galvo compraron lo que aún no había sido vendido.

 

Ellos donaron al ente promotor del Colegio Italiano "Antonio Raimondi" su adquisición para que sea exhibido y conservado. Este donativo se sumó al grupo de reliquias raimondinas que dicha Asociación, había adquirido por compra y donativos como los manuscritos originales de El Perú, entregados por la hija de Antonio Raimondi antes de morir.

 

            El ente promotor del Colegio, la Asociación Educacional Antonio Raimondi dirigida por el Ing. Vittorio Azzariti fundó el actual Museo Raimondi en 1981.

           

Con pena muchas veces, y con rabia alguna, Azzariti y sus colaboradores pudieron comprobar la pérdida irreparable de lo poco que aún queda de documentos, piezas, vestigios raimondinos reseñados por sus biógrafos.

 

            La actual administración del Museo, siguiendo el anhelo del ente promotor, sigue en su afán de recoger los testimonios de la vida y obra de Raimondi, esparcidos y diseminados, en un sinnúmero de manuscritos inéditos, de las colecciones particulares y públicas, desconocidas o celosamente ocultas, para concentrarlos en el Museo no en propiedad sino a título de custodio, para salvar un patrimonio del Perú y de la Humanidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

N O T A S

 

(1)       Carta que remite Raimondi a Miguel Colunga, Chachapoyas marzo 29 de 1869. Documento original. Archivo del Museo Raimondi. E-003.

 

(2)       Carta que remite Raimondi al Presidente Miguel Iglesias,         Lima Diciembre 18 de 1883. Documento original. Archivo del Museo Raimondi. E-031.

 

(3)       Carta que remite Raimondi al Señor D. Pedro Correa y Santiago Lima, primeros meses de 1884 s/f. Documento original Archivo del Museo Raimondi. E-032.

 

(4)       Raimondi fue uno de los fundadores de la Sociedad Geográfica.

 

(5)       "Corona a Raimondi". Publicación del Comité Raimondi.         Lima 1950. Imprenta Torres Aguirre S.A.

 

(6)       Diario "El Comercio" 26 de octubre de 1940, título del artículo "Los Manuscritos de Antonio Raimondi".

 

 

Correspondencia: Ricardo La Torre S.

Calle Veronesse 169-303

San Borja

Cel.9733-5116

 

 

 

 

 

 

 

 



*  Ex-Director del Museo Antonio Raimondi de Lima

    Miembro de la "Sociedad Peruana de Historia de la Farmacia"

   email: latorrej@hotmail.com

RAIMONDI Y SUS ESTUDIOS ETNOLOGICOS

 

Raimondi y sus esTudios ETNOLOGICOS

 

Por Ricardo La Torre Silva[1]

 

Según el plan de trabajo de Antonio Raimondi, publicado en el Tomo I de la serie "El Perú", la parte correspondiente a sus estudios etnológicos fue planificada para ser publicada en el sexto y último volumen de esta obra. Al respecto dice: "En esta parte se tratará tanto de las razas antiguas como de las modernas, indagando su origen, usos, costumbres, objetos de la industria, etc. Irá acompañada de grabados que representan tipos de las diferentes sub-razas que pueblan el Perú, vistas de sus habitaciones, trajes, utensilios domésticos....." [2]

 

Refiriéndose a la Etnología, señalaba que: "El estudio de la etnología presenta en el Perú un doble interés: primeramente, porque los preciosos y abundantes restos de los antiguos habitantes del Perú, que se hallan diseminados en todas las distintas regiones de la República, pueden dar mucha luz para la historia y origen de las pasadas generaciones que poblaban este país antes de la conquista; y en segundo lugar, porque el estudio de las numerosas razas, tanto las sometidas al gobierno como las que viven en estado salvaje, pueden guiarnos al través de los tiempos para aclarar la obscura cuestión que versa sobre el origen de los pueblos americanos"[3].

 

Para conocer parcialmente los estudios etnológicos del sabio es necesario apreciar dos aspectos: los datos publicados (incluidos los manuscritos que le han sobrevivido) y sus colecciones recogidas durante diecinueve años de viajes por el Perú. Entre las publicaciones que permiten apreciar sus estudios etnológicos destacan: "Apuntes sobre la provincia litoral de Loreto",  "El Departamento de Ancash y sus riquezas minerales", Los tomos I, II y III de la serie "El Perú" y "Notas de Viaje para su obra El Perú", esta última serie póstuma[4]". 

 

Como lo escribiera el Señor José Balta: "Lo publicado por Raimondi, en vida, aún cuando es considerable en cantidad y calidad, no está en relación con sus números viajes ni con el abundante material en ellos recogidos"[5]. Las ediciones que siguieron a su muerte, aparecidas a partir de 1891, no respetaron el orden previsto por el naturalista milanés.

 

Lamentablemente de los veinte volúmenes proyectados por Raimondi para su obra "El Perú", sólo pudo editar los tres primeros tomos. Los datos etnológicos recogidos en sus libretas de apuntes se destruyeron parcialmente en el incendio que asoló la Biblioteca Nacional en 1943. Estos documentos estaban bajo la custodia de la Sociedad Geográfica de Lima, institución cuya sede ocupaban el segundo piso de la Biblioteca Nacional.

 

Se sabe que Raimondi pensó ilustrar su obra sobre etnología publicando las fotografías de pobladores de la amazonía tomadas en la década de 1870 por su amigo el sargento del ejército peruano Ramón Herrera. Lamentablemente no se sabe nada sobre el paradero o destino de tan importante corpus fotográfico.

 

Desde un inicio Raimondi se percató de la diversidad étnica del Perú y las distintas idiosincrasias culturales que caracterizan a cada uno de los grupos que lo pueblan. Como pocos hombres de su tiempo, supo vincularse con cariño y respeto con la gente del interior, descubriendo en ellos un mundo lleno de virtudes, como el conocimiento ancestral de las propiedades de las plantas, el amor por la naturaleza y su conocimiento excepcional del territorio, puesto de manifiesto en su pericia como guías. Explica que aquella actitud desconfiada y agresiva atribuida a muchos grupos del interior era la reacción ante el maltratado sistemático de las instituciones oficiales y de la cultura occidental representada por el hombre blanco.

 

La forma como se incorporaron los grupos de emigrantes foráneos a la vida nacional fue otro aspecto que llamó su atención. Fue testigo del abuso y explotación al que fueron sometidos los inmigrantes chinos en las haciendas de la costa así como del momento de libertad de los afro peruanos[6] y la situación de marginación que tuvieron que afrontar al incorporarse como ciudadanos libres en una sociedad racista. 

 

Para poder apreciar sus estudios etnológicos trascribimos una pequeña parte de su Libreta Nº 47 de 1886 que titula "Datos sobre los salvajes llamados Antis o Campas". En ella escribe:

 

"Estos salvajes conocidos con el nombre vulgar de chunchos o infieles, que se aplica en el Perú a todas las tribus de indios que viven en estado independiente en las montañas situadas al Este de la Cordillera, pertenecen a la nación de los Campas o Antis y se hallan diseminados en las montañas de Chanchamayo, Jauja, Pangoa, Huanta y valle de Santa Ana del Cuzco. Rara vez aparecen en los valles de Paucartambo, que están habitados por otras tribus, tales como los Huachipayris y Tuyeneries, que no son muy amigos de los Campas.

 

Como se vé, la tribu de los Campas ocupa una regular extensión de terreno adelantándose, tanto por el río de Santa Ana como por el río Tambo, hasta el punto donde se reúnen estos dos ríos para formar el Ucayali, en cuyo lugar empiezan los Chontaguiros llamados también Simirinches o Piros. Los campas son indios de estatura mediana, aunque se ve sin embargo algunos de estatura elevada: un indio que vive en frente de la confluencia del Mantaro con el Apurímac; tiene una estatura que pasa de 6 pies. Los rasgos de cara son muy pronunciados y tienen los siguientes caracteres: pómulos salientes, nariz algo roma ligeramente remangada de manera que vistos de frente aparecen en parte los agujeros de la nariz que a causa de su tabique algo espeso son un poco laterales. Ojos expresivos poco abiertos y algo oblícuos: En las mujeres observé algunas con ojos grandes. Labios gruesos, dientes blancos en las mujeres y amarillentos en los hombres, color que es debido a una corteza que mascan continuamente. Arcos orbitarios salientes, frente mediana, barba casi nula. Pelo negro liso desordenado que cae sobre el cuello y en algunos cortado por delante sobre la frente. Tez de la cara rojiza o aceitunada; en los niños tiernos, casi blanca. Los brazos, piernas y cuerpo están comúnmente cubiertos de manchas de color carne claro. Algunos individuos sin embargo no tienen ninguna mancha y cuando pregunté la causa de estas manchas tan generales, me dijeron que se producen en quienes se alimentan con cierta clase de pescados y de moluscos; que los que prescinden de esta clase de alimentos, no tienen manchas. En el Perú se da el nombre de overos a los individuos atacados de esta afección. Raras veces los campas son gordos, y, en general, son también proporcionados.

 

Los Campas o Andis no andan desnudos sino que se hallan constantemente cubiertos con un ancho y largo saco formado de una tela de algodón tejida por las mujeres. Esta tela es bastante bien trabajada y tiene unas rayas de color rojizo café. Este saco les llega hasta los tobillos y cuando es nuevo está blanco; pero pronto se vuelve amarillento y también rojizo ensuciándose con el achiote con que se pintan la cara. La longitud del saco hasta los tobillos y su color claro, hacen que los salvajes o infieles pertenecientes a la tribu o nación de los Campas, sean fácilmente conocidos, porque las demás tribus usan sacos más cortos y de color oscuro..."

 

Los datos recogidos por Raimondi sobre las condiciones de abandono y explotación a que los que eran sometidos las poblaciones indígenas del interior originaron un profundo impacto en la dirigencia política del país. Un ejemplo de lo antes afirmado es el siguiente testimonio del 20 de diciembre de 1868 proveniente de la Prefectura del departamento de Loreto[7]

 

Sr. Ministro de Estado en el despacho de Gobierno.

Policía y Obras Públicas

S.M.

 

Con sincera satisfacción he visto la distinguida circular de US., en que se sirve recomendar la puntual observancia de las leyes y disposiciones supremas que se hallan vigentes en protección de los derechos de la clase indígena. US., conoce bien las grandes dificultades con que hay que chocar para desarraigar los inveterados abusos de que son víctimas los indígenas en casi toda la República; y por consiguiente juzgo que le será satisfactorio saber que en este departamento los indígenas colocados al nivel de todos los ciudadanos con tanto mayor facilidad, cuanto que no existe en ellos, como en los de otros pueblos, esa profunda humillación que supieron inculcar y conservar los colonos españoles. Aquí el indio no necesita en mi concepto, para verse en una condición digna de la humanidad, sino caminos, carreteras y aulas, porque sin los primeros, está muy remoto, según creo, el ver al indio de Mainas independizado del degradante ejercicio de cargar cómo bestias, siendo como no puede dejar de ser con contenible la necesidad del comercio, que por medios mas ó menos legales, seduce siempre al carguero por no haber otro recurso de movilidad absolutamente. Lo muy sabido que es esto desde que viajeros notables han dado noticias verídicas de estas regiones, especialmente el Sr. Raymondi, y la convicción que me asiste, de que S. E. se halla tan favorablemente dispuesto, lo mismo que US. me hacen concebir la esperanza, de que se adoptará tal vez esta lijera indicación, que me permito hacerla....que he comunicado á los Sub-prefectos la circular de US. con especiales prevenciones para el cumplimiento de tan importante prescripciones. Dios guarde á US..-S.M.-Manuel del Aguila".

 

Por sus meritos en este campo de ciencia, Raimondi fue honrado en vida como integrante de importantes instituciones científicas, a saber:

 

  • - Miembro Correspondiente de la Sociedad Antropológica de Londres. 5 Agosto de 1863
  • - Miembro Correspondiente de la Sociedad Arqueológica de Santiago de Chile. 5 de Octubre de 1878
  • - Socio Honorario de la Sociedad Italiana de Antropología, Etnología y Psicología Comparada. Florencia, 7 de Marzo de 1883

 

Las colecciones naturales del sabio italiano, acumuladas a lo largo de diecinueve años de viajes, tienen entre sus integrantes un importante grupo de objetos etnológicos, la mayoría pertenecientes a poblaciones selváticas. Estas importantes colecciones fueron adquiridas por el Estado Peruano mediante Ley del 28 de enero de 1869, dos de cuyos párrafos dicen:

 

"...El Congreso ha autorizado al Poder Ejecutivo para que entendiéndose con don Antonio Raimondi, proceda á la publicación de los trabajos de éste sobre la Geografía, Geología é Historia Natural del Perú. Los gastos que la impresión demanda se harán de cuenta del Estado. Igualmente se le ha autorizado para que previos los informes que crea oportunos, invierta la cantidad necesaria para comprar las colecciones científicas que el señor Raimondi ha reunido en sus viajes en el territorio de la República, esas colecciones clasificadas debidamente se reunirán en un Museo que llevará el nombre de "Museo Raimondi....."

 

Raimondi nunca dejó de ser italiano, sin embargo sólo manifestó plenamente su nacionalidad durante la ocupación chilena de Lima a fin de resguardar del saqueo las colecciones fruto de sus estudios. Para ello recurrió a la delegación consular italiana fin de que le extienda una constancia de su nacionalidad. Se le inscribió como súbdito del rey de Italia en Lima con el número 4044 el 27 de Julio de 1880. Este acto evitó cualquier posible atropello de las tropas de ocupación. Su hijo Enrique ha legado una interesante crónica sobre la suerte de las colecciones durante este ingrato período, al respecto dice: 

 

            "... cuando la invasión chilena, trasladó mi padre, a su costa, el museo, del colegio de San Fernando a su casa habitación, colocándolo bajo la protección de la bandera italiana, y ahí ocupó tres grandes departamentos y lo conservó hasta su muerte, es decir durante 10 años, dejando de percibir los alquileres que antes le rendía esa localidad".[8] 

  

            Durante la ocupación chilena, Raimondi recibió la visita de señorita Margarita Dickins, del diario: "Danbury News", quien nos ha dejado el siguiente testimonio:

 

"...Llegamos en seguida á la casa del profesor Raimondi. Penetramos en un patio interior, y á la mano derecha, dentro de una habitación espaciosa que daba sobre aquel, encontramos al sabio naturalista rodeado de libros en idiomas diferentes, sentado frente á su escritorio y trabajando con afán....En el gabinete de estudio de Raimondi existen no solamente sus libros, sobre un estante existen varios cráneos antiquísimos deformes y un casco español antiguo, de hierro con su visera caída y en buena condición. Llevándonos á otra parte de su casa, nos condujo á un cuarto espacioso lleno de huacos anteriores a la conquista; así como, también, de diferentes artículos fabricados y usados por los indios salvajes de hoy. Entre unos y otros objetos llamó nuestra atención: una bien conservada momia de criatura y otra en extremo curiosa de mujer, tan perfectamente conservada también, que la india parecía en un estado no lejano de la vida: estaba postrada sobre una rodilla, negro cabello caían sobre sus hombros y una especie de camisa, con extraños dibujos bordados de azul y negro, cubría á medias su pobre cuerpo.

 

Hay calaveras allí, de una raza que acostumbraba deformarse las cabezas por medio de bandejas,.... Ví, así mismo, una alacena de adornos y útiles indianos de plata y oro, y un jarrón como de un pié de altura, más o menos tan perfectamente soldado que después de tantos años, no se puede descubrir en donde fue soldado; e igualmente, una caja pequeña contiene dos vestidos de pluma de un jefe indio y junto con ellos, una especie de casco para cubrirse la cabeza y encima una clase de adorno parecido á una corona, con trozos pendientes de tela hacía adelante y hacía atrás, cubriendo las orejas y una parte del pecho y de la espalda. Un ropero tiene lleno, tanto de tejidos antiguos muy bien hechos, hallados en las huacas, como de las toscas telas que fabrican actualmente los salvajes amazónicos. Entre estos, había una camisa de tela de corteza de árbol, teñida de color pardo oscuro,.... Hierro en su forma mineral ó ya sea beneficiada, por los indios primitivos de que disponen esos habitantes de las selvas y un cuchillo á medio hacer de ese metal y otro ya hecho.

 

En uno de los ángulos del cuarto, un gran número de arcos y de flechas de las de tipo más fuerte y estas últimas generalmente armadas con punta de metal..". [9]

 

Las colecciones de Raimondi, pese a los avatares sufridos en las primeras décadas del siglo XX, sirvieron de base para la organización del Museo de Historia Natural "Javier Prado" y el Museo de Arqueología de la Universidad Mayor de San Marcos[10]. En el último caso, muchos de estos materiales arqueológicos fueron incorporados en 1945 a la colección del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.

 

En síntesis podemos decir que uno de los méritos de la obra científica de Raimondi fue la incorporación de la región Amazonía a la realidad territorial y social de la joven republica del Perú. De la población nativa de la selva dirá: "si nunca han tratado con gente culta son como unos niños malcriados, entre los cuales naturalmente unos son de buen carácter y otros de malo. Pero los salvajes verdaderamente peligrosos, son los que han tenido contacto con los hombres que se llaman civilizados, pues estos con el pretexto de civilizarlos también han invadido sus casas y destruido sus cultivos; los han despojado de sus terrenos y cazado a veces como animales feroces. Estos infelices no han recibido de la civilización sino agravios"

 

Finalmente debemos señalar que los conocimientos de Raimondi sobre la etnología peruana fueron muchos y a pesar del tiempo transcurrido son de permanente actualidad. Sin embargo se necesitará de un estudio muy prolijo de los diversos apuntes y colecciones que han sobrevivido para conocer las ideas principales que debían orientar la redacción de su obra en este campo, tarea que queda pendiente para aquellos investigadores interesados en su legado.

 

 

 

Correspondencia: Ricardo La Torre S.

Calle Veronesse 169-303

San Borja

Cel.9733-5116

 

 

 


 

[1]  Ex Director del Museo Raimondi.

   Miembro de la "Sociedad Peruana de Historia de la Farmacia"

   e.mail: latorrej@hotmail.com

[2] Antonio Raimondi. El Perú, Tomo I. Parte Preliminar, capítulo IX, p.137

[3] El Perú, Tomo I. Parte Preliminar: p.108.

[4] Trascripciones de las libretas de viaje de Raimondi publicada en cinco tomos por el Ing. Alberto Jochamowitz entre 1942 y 1950.  En 1929 El Banco Italiano de Lima, también por iniciativa del Ing. Alberto Jochamowitz, publicó la trascripción completa de tres libretas de viaje. Antes la Sociedad Geográfica de Lima publicó extractos de diversos itinerarios del sabio en su boletín.

[5] La labor de Raimondi. Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima. Tomo XLIII.  Trim.IV (2ª) p. 408. 31 de diciembre de 1926, Lima.

 

[6] Coloquial pero impropiamente denominados "negros"

[7] Diario oficial "El Peruano", el 19 de marzo de 1869

[8] Enrique Raimondi, Apuntes Biográficos Sobre Raimondi. "El Comercio", Lima. Lunes 24 de abril de 1905. 

[9] "Danbury News" de 7 de Enero del 1885

[10] R. Ravines. Los Museos del Perú. Breve historia y guía:  p.37.  Instituto Nacional de Cultura. p. 189 Lima, 1989.

 

LA OBRA DE ANTONIO RAIMONDI:

 

           LA OBRA DE ANTONIO RAIMONDI:

"Dar a conocer el Perú a los peruanos y al mundo"

 

Por Ricardo La Torre Silva[1]

 

Raúl Porras Barrenechea (1897-1960) decía sobre los italianos lo siguiente: "...el italiano no es hombre de tránsito. En la tierra que se le acoge, allí se queda, integrándose en cuerpo y alma a su país de adopción, sin olvidar, por supuesto, la patria lontana...", este fue el caso de Antonio Raimondi (Milán 1824 - San Pedro de Lloc, Pacasmayo 1890)

 

Para Jorge Basadre: Raimondi  fue "... algo más que un investigador y un escritor. Fue ejemplo del hombre de ciencia puro porque no le inquietaron las tentaciones de la fortuna que hubiera podido obtener muchas veces al utilizar el resultado de sus viajes y de sus observaciones; ni tampoco los nombramientos que la parca protección oficial estuvo siempre bien lejos de prodigarle; ni la comodidad, pues prefirió las dificultades y los peligros de los viajes sin más estímulo profundo que su admiración a la Naturaleza y su alegría de andar para ver, observar, aprender y anotar. Su éxito fue el más legítimo de todos cuya recompensa sólo puede ser hallada en la soledad de la conciencia y en la verdad del trabajo..."

 

Durante los viajes que realizaba era reemplazado en los cursos de Historia Natural que dictaba por Miguel F. Colunga sin el cual Raimondi no hubiese podido efectuar los mismos hasta 1869.

 

            En 1857 Raimondi publica su primera obra pedagogica "Elementos de Botánica, aplicada a la Medicina y a la Industria, en los que se trata especialmente de las plantas del Perú". Lima, 1857. 2 volúmenes. IV+260 pp. y 318+8 pp. Primera parte: Anatomía, Fisiología y Patología vegetal. Segunda parte: Taxonomía y Fitografía. Termina la obra con Nociones generales de Geografía Botánica o Distribución geográfica de los vegetales en el Perú.

 

            Y en 1862, publica su primera obra referida a una región del Perú "Apuntes sobre la Provincia Litoral de Loreto". Lima, Imprenta del Estado, 1862. 189 pp.

 

            En esta obra Raimondi plasma como debe hacerse una descripcion de una zona geografica del Peru y debia servile despues para las demas regiones que se proponia estudiar, asi por ejemplo tememos: Constitucion fisica. Rios, orígen y curso. Consideraciones generales de los rios. Caminos. Poblaciones. Distritos. Habitantes. Producciones naturales. Producciones minerales. Producciones vegetales. Vegetales cultivados. Vegetales que crecen espontáneos. Producciones animales. Animales domésticos. Animales silvestres. Comercio. Colonizacion. Navegacion. Consideraciones generales. Planos de caminos.

 

Durante 19 años, viajo por el territorio nacional en constantes viajes donde su insaciable curiosidad científica, se aprecia siguiendo el desarrollo de los mismos, plasmados en pequeñas libretas de viajes, cartas y numerosos informes científicos.

 

Raimondi, refiriéndose a su último viaje señala:

 

"Heme aquí, después de infinitos peligros, llegando sano de cuerpo y espíritu al puerto de salvación. Heme aquí, por fin, rico de materiales y conocimientos sobre el país, tesoro para mí de incalculable valor, recogido, puedo decirlo así, a costa de mi sangre y de mi juventud... Actualmente una sola idea me atormenta y es la continua duda de que no me alcance la vida para dar cima a mi atrevida empresa, cual es esa: Dar a conocer el Perú a los peruanos y al mundo".

 

El Congreso Peruano comprendiendo la importancia de la obra de exploración y acopio de materiales que estaba realizando Antonio Raimondi, autorizo al Poder Ejecutivo, mediante Ley del 28 de enero de 1869, ".... para que entendiéndose con don Antonio Raimondi, proceda á la publicación de sus trabajos sobre la Geografía, Geología é Historia Natural del Perú".

 

            Asimismo este dispositivo legal, autorizo "...previos los informes que crea oportunos, invierta la cantidad necesaria para comprar las colecciones científicas que el señor Raimondi ha reunido en sus viajes en el territorio de la República, esas colecciones clasificadas debidamente se reunirían en un Museo que llevará el nombre de "Museo Raimondi."

 

A partir de 1870, Raimondi se dedicaría por entero a la publicación de su obra, para ello renuncia a la cátedra de Historia Natural que dictaba en la Facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos.

 

Aparecen las obras:

 

                "El Departamento de Ancachs y sus riquezas minerales". Lima, Obra auspiciada por Enrique Meiggs, e impresa en la Imprenta del Estado, 1873. II+651 pp. Parte Primera. Geografia. Provincia de Huaraz. Provincia de Huaylas. Provincia de Santa. Provincia de Huari. Provincia de Cajatambo. Parte Segunda. Geologia. Parte Tercera. Minerales. Provincia de Huaraz. Provincia de Huaylas. Procincia de Santa. Provincia de Pallasca. Provincia de Pomabamba. Provincia de Huari. Provincia de Cajatambo. Parte Cuarta. Metereologia. Indice de Capítulos. Se adjunta el Mapa de Ancashs.

 

 

           La obra  "El Perú" comenzo a publicarse a partir de 1874 con el Tomo I. Parte preliminar. Lima, Imprenta del Estado, 1874. VI+444 pp. El Tomo II aparece en 1876 Libro Primero referente a la Historia de la geografía del Perú. Lima, Imprenta del Estado, VII+475 pp..

 

 

             Cumpliendo con la misión que se impuso Raimondi, "de dar a conocer las grandes riquezas naturales del Perú", selecciono una colección de los principales minerales del Perú conocidos hasta esa fecha para remitirlos a la Exposición Universal de París, preparando un catalogo que aparecio publicado en 1878 "Minerales del Perú o catálogo razonado de una colección que representa los principales tipos minerales de la República con muestras de huano y aves que lo han producido". Lima, Imprenta del Estado, 1878. II+305 pp.

 

             En el año que se inicia la guerra con Chile aparecio Tomo III de El Perú. Libro Segundo referente a la Historia de la geografía del Perú. O Relación Cronológica de los viajes, descubrimientos, fundaciones de ciudades y pueblos, cambios notables de las divisiones territoriales que se verificaron en el Perú desde 1801 has el día. Lima, Imprenta del Estado, 1879. V+614 pp.

 

                Lamentablemente el conflicto interrumpio la publicacion de la obra de Raimondi, de un total de 20 tomos, solo pudo publicar los tres tomos antes señalados.

 

                En los momentos de infortunio por los que paso su segunda patria alentaba a sus compatriotas, con estas palabras:

 

"El Perú tiene escrito en el libro del destino un porvenir grandioso. No hay que perder la fe. La rodilla que su pecho oprime no es bastante para arrancarle sus condiciones de gran vitalidad. Más tarde o más temprano, él se pondrá de pie y sacudiendo de sus vestidos, el polvo del combate, restañando sus heridas, proseguirá la ruta que Dios, en sus más altos destinos, le tiene señalada".

 

Concluido el conflicto Raimondi escribe la siguiente misiva al Presidente Miguel Iglesias:

 

 "...He dedicado mi vida al Perú, pero desgraciadamente los años pasan sin poder adelantar como yo quisiera la tarea que me he propuesto de dar a conocer al mundo este privilegiado país.

            En efecto sin la valiosa protección del gobierno, habiendo agotado en los tres últimos años mis recursos particulares, tengo que perder la mayor parte del tiempo tan sólo para ganar los medios de subsistencia para mi familia, hallándome continuamente atormentado con la desconsoladora idea de haber empleado inútilmente 19 años de mi vida en penosos viajes en todo el territorio de la República, sin ver el fruto de tantos gastos y privaciones sufridas"[2]

 

            La guerra civil entre Iglesias y Cáceres no permitió atender el pedido de Raimondi, viéndose obligado a pedir ayuda a muchos amigos para que intercedieran por él. En los primeros meses de 1884 Raimondi escribió a D. Pedro Correo y Santiago una conmovedora carta:

 

            "... El sábado a las 7 de la mañana como me había indicado usted en su apreciada, fui a su casa pero desgraciadamente no tuve el placer de verlo, pues hallé la reja cerrada y aunque toqué las dos campanillas quedé esperando unos 15 minutos, nadie apareció a abrirme.

 

            Hace cuatro meses que elevé a S.E. el jefe Supremo un escrito para saber si en las actuales circunstancias la sería posible al gobierno continuar la protección a mi obra "El Perú" para la continuación de los trabajos de la oficina y dejando para más tarde la impresión la que se puede hacer más económica en Europa...

 

            Aparte de la redacción de la obra "El Perú" van 33 años consecutivos que presto servicio al país, como empleado, desempeñando el cargo de Químico y Geólogo y Consultor del Estado, más como después de restablecido el Gobierno Nacional no he recibido un solo centavo, ni se me ha fijado el sueldo que debo percibir como se ha hecho con otros, no sé yo mismo si soy considerado todavía como empleado de la Nación o no...

 

            Como Ud. ve estimado amigo, me encuentro en una falsa posición que quisiera ver definida, pues por una parte me hallo ligado con el Gobierno y el público por una especie de compromiso moral por la publicación de mis trabajos sobre el Perú, y por otra sin auxilio del Gobierno me veo en la necesidad de vender poco a poco todos mis intereses para procurarse la subsistencia para la familia y los medios de poder continuar mis estudios sobre el Perú..." [3]

 

            Recién en 1886, el Congreso de la República, por ley del 14 de octubre del mismo año, dispuso la continuación de la obra "El Perú" encargándole a su mismo autor esta misión.

 

                Con este nuevo aliento, Raimondi continuó con su propósito pero su salud se encontraba ya muy deteriorada, a pesar de ello para contribuir a la recuperación económica del Perú, publica en 1887 "Minas de Oro del Perú" publicada en el Boletin de Minas. Industrias y Construcciones.

 

En junio de 1890 se trasladó a San Pedro de Lloc con el propósito de recuperarse, sorprendiéndole la muerte el 26 de octubre de 1890, a las 10:15 p.m. en casa de su amigo el Dr. Alejandro Arrigoni.

 

Correspondencia: Ricardo La Torre S.

Calle Veronesse 169-303

San Borja

Cel.9733-5116

 



[1]  Ex Director del Museo Raimondi.

   Miembro de la "Sociedad Peruana de Historia de la Farmacia"

   email: latorrej@hotmail.com

[2] Carta que remite Raimondi al Presidente Miguel Iglesias, Lima Diciembre 18 de 1883. Documento original, custodiado en el Archivo del Museo Raimondi.

 

[3] Carta que remite Raimondi al Señor D. Pedro Correa y Santiago Lima, primeros meses de 1884 s/f. Documento original custodiado en el Archivo del Museo Raimondi.

 

ENTRE RAIMONDI Y PALMA

ENTRE RAIMONDI Y PALMA

 

Ricardo La Torre Silva*

 

La vinculación de Ricardo Palma con Antonio Raimondi se produjo a los pocos días de la llegada del naturalista a Lima.

 

Palma en el discurso que pronunció el 15 de agosto de 1910 en la inauguración del momento a Raimondi en la antigua plaza de Santa Ana (hoy plaza Italia) dice:

 

"Era el 28 de julio de 1850 cuando a las 11 a.m. fondeó el bergantín (La Industria) y a las 2pm. llegó nuestro viajero ala capital. La ciudad estaba de fiesta engalanada y rebosando la entusiástica animación propia del clásico día en que conmemoramos el nacimiento de la patria a la vida de nación independiente.... Tres días mas tarde visitó Raimondi al rector de San Fernando (Cayetano Heredia), para quien traía una carta de recomendación; y el ilustre rector aceptó sus servicios como auxiliar en una de las cátedras, asignándole muy modesta renta y habitación en el edificio (Escuela de Medicina) yo era, por entonces estudiante de San Carlos y mis aficiones literarias me llevaban diariamente, de 7 a 10 de la noche al cuarto de un poeta alumno de la escuela de medicina. Allí nos congregábamos en animadísima charla y allá fue donde apenas transcurridos 6 u 8 días, intimamos con el joven italiano, intimidad inalterable hasta el año en que Raimondi realizó su primer viaje de exploración a la montaña"1.

 

Palma afirmaba que entre 1848 a 1860 se desarrolló, en el Perú, la filoxera literaria, ósea, pasión febril por la literatura, llamando a esta época "bohemia limeña", "confidencias literarias" o "la bohemia de mi tiempo", en la que fui bohemio matriculado.

 

Palma nos da una relación de los jóvenes que participaron en esta pasión literaria, menciona al poeta Corpancho, estudiante de medicina, a quien se le atribuye las reuniones de 6 a 10 de la noche en su cuarto a las que asistía Raimondi.

 

Creo que Raimondi completa la información proporcionada por Palma en la correspondencia que tiene con Miguel Colunga su apoderado y discípulo. Llama a este grupo "los miembros de la municipalidad", "sociedad pitológica y honorable municipalidad del cuarto".

 

Así por ejemplo en su viaje por las montañas de Moyobamba, Raimondi escribe a Colunga el 15 de julio de 1859: "Yo pienso salir de Moyobamba entre 4 o 5 días para bajar por el Huallaga al Amazonas y después subir por el Ucayali, [...] ruegan UU. a los cristitos que salga bien porque esta es la parte mas peligrosa de mi viaje. Adios, salud y felicidad a todos los miembros de la municipalidad".

 

La vinculación de Raimondi con algunos miembros de la bohemia fue grande. En 1858 acompaña a Raimondi al Cuzco y al valle de Santa Ana, el estudiante de medicina, Juan Sánchez, de él dice Raimondi: "Este joven llenó de inteligencia y entusiasmo tenía un talento natural para la poesía; dotado como todo verdadero poeta de viva imaginación anhelaba contemplar de cerca la virgen naturaleza, fuente inagotable de inspiraciones". También acompañaron a Raimondi los estudiantes de medicina Joaquín Anduesa y José Arañes 2.

 

A pesar de que los bohemios se separaron, estuvieron siempre vinculados.

 

En 1867 Raimondi se reencuentra con Palma: "Con el vapor de hoy vino el coronel Espinosa y el poeta Palma los que están alojados en el mismo hotel a donde estoy y por ellos he tenido noticias de la salida de Prado"3.

 

Durante la ocupación de Lima por las tropas chilenas, Palma fue una especie de corresponsal de Don Nicolás de Piérola quien se encontraba en Jauja. El 4 de marzo de 1881 Palma escribe a Piérola "... Saqueo de Lima.- Hace diez días que el saqueo se ha hecho extensivo a los museos Raimondi y Anatómico de la escuela de Medicina..."4

 

Desocupada Lima y nombrado Palma Director de la Biblioteca Nacional, Raimondi envía una carta a Palma fechada el 31 de diciembre de 1883: "Señor Director de la Biblioteca Nacional, tengo el placer de remitirle a Ud. un pequeño contingente de libros para restauración de la Biblioteca Nacional que consiste en las obras y folletos publicados por el que suscribe, además, remito para la dicha Biblioteca, las obras de Aristóteles impresas en 1605 en los idiomas de latín y griego en un gran volumen en folios. Esta rara obra, aunque desnuda de forro, no dudo que será apreciada en su justo valor por el celebre autor de las Tradiciones"5.

 

Finalmente Palma menciona en sus Tradiciones a Raimondi: "El alma del tuturuto" y "Supersticiones de los peruanos".

 

En la ceremonia de inauguración de los monumentos, continua diciendo Palma: "permitirme que llene un deber íntimo de entrañable afecto personal para con la memoria del que fue mi bondadoso amigo de los ya remotos tiempos de la juventud, cuando soy el único que aún perdura en las jornadas de la existencia, de los que a 60 años, de agosto de 1850, estrecharon la mano del que, en plena juventud venía a mi patria, decidido a consagrar todas las energías de su vigoroso cerebro".

 

 

 

_____________________

1  El Comercio, 15 de agosto de 1910.

2 RAIMONDI, Antonio El Perú, tomo I, 1874, p. 143

3 Carta a Miguel Colunga desde Huacho, fechada el 14 de octubre de 1867.

4 PALMA, Ricardo "Cartas a Pierola" , Editorial Milla Batres, 1979, 142p.

5 Copia de archivo La Torre, el documento original bajo custodia en el Museo Raimondi de Lima.

 

Correspondencia: Ricardo La Torre S.

Calle Veronesse 169-303

San Borja

Cel.9733-5116

 

 


 

* Ex_ Director del Museo Antonio Raimondi.

   Miembro de la "Sociedad Peruana de Historia de la Farmacia"

   email: latorrej@hotmail.com